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UN CURACA HUANCA EN LA CORTE ESPAÑOLA
Andrés Chirinos*
Entre 1562 y 1564, Felipe Guacrapaucar, curaca o cacique de los huancas, pobladores del valle
del Mantaro, viajó a la corte de Madrid para procurar que se les concediera los reconocimientos
que estimaban merecer por las importantes contribuciones hechas a la causa del rey.
Los huancas insistieron en haber sido parte del debelamiento de la rebelión encabezada
por el conquistador Francisco Hernández Girón, quien se alzó contra la corona real en 1553.
a capital de los huancas fue la mítica Jauja, donde se car, padre de Felipe, vio los quipus y quedó «espantado»
Lencontraba una de las redes de depósitos estatales (= impresionado) al recibir la narración de su contenido.
incas más ricas del llamado Tahuantinsuyo y que sirvie- Aun cuando los huancas se reclamaran como fieles
ron para aprovisionar sucesivamente a las tropas de Ata- súbditos de la corona desde su aporte en Cajamarca, nos
hualpa, Francisco Pizarro, Manco Inca, Gonzalo Pizarro parece que más probablemente llevaron el oro y plata
y Pedro de la Gasca; solo por citar a quienes encabezaron por cumplir con Atahualpa, el responsable de reunir
los hechos de armas más sonados de aquellos años. Los el tesoro. Posteriormente atendieron a Pizarro en Jauja
huancas estaban organizados en tres parcialidades: lurin- (1535), cuando se encontraba acompañado de su enton-
huancas, atunjaujas y hananhuancas. ces aliado Manco Inca, quien era el inca «oficial». Cuan-
Para sustentar sus reclamos los do Manco Inca se rebela en 1536, tene-
huancas recurrieron al típico proceder mos un testimonio donde se cuenta que
al uso, presentar una probanza de los los «indios de Jauja adelante estaban ya
servicios prestados, con testigos que los tan hechos y encarnizados en cristianos,
acreditaban, lo que se hacía constar en que desde los primeros pueblos les ser-
los documentos correspondientes. Pero vían hasta meterlos y dejarlos entrar en la
además recurrieron a un recurso menos ensenada [...] y allí les tenían aparejadas
común: presentaron los quipus donde fi- muchas galgas en los altos de él», además
guraba el aporte que hicieron en bienes, se cita a dos españoles que lograron huir:
personas y armas. El quipu fue una prue- «los indios de Jauja les tenían presos con
ba válida en distintas instancias judicia- otros soldados y caballos [...] para hacer
les del Perú virreinal como lo reconocen sacrificios de ellos a sus huacas e ídolos,
diversos juristas de su tiempo (Polo de porque cada mañana hacían sacrificios de
Ondegardo, Juan de Matienzo, Juan de dos soldados y caballos» (Declaración de los
Solórzano) siendo elementos clave que quipocamayos a Vaca de Castro). Hay un in-
sirvieron para dirimir sonados juicios. dicio adicional que apunta a la fidelidad
Una de las razones que hicieron del qui- (inicial) de los huancas para con Manco
pu un documento confiable nos la da El rey y Huamán Poma: diálogo imaginario Inca: las proporciones de los repartos en-
el Inca Garcilaso: en cada pueblo «por muy pequeño tre las tres parcialidades en 1535 son exactamente las
que fuese habían de haber cuatro» quipocamayos (espe- mismas que mantuvieron en las entregas de Cajamarca
cialistas en quipus) ya que así se excusaría «la falsedad en 1532, significativamente hay un importante cambio
que podía haber entre los pocos y decían que habiendo en dichas proporciones que es coincidente con la llegada
muchos habían de ser todos en la maldad o ninguno». del mariscal Alonso de Alvarado en 1536. Desde la lle-
Adicionalmente, en el caso de los huancas, además de gada de Alvarado a Jauja queda ya fuera de cuestión que
presentar tres declaraciones concordantes en lo sustan- los huancas sellan un pacto con Francisco Pizarro para
cial, hemos anotado una coherencia en las proporcio- combatir la rebelión de Manco Inca.
nes, las mismas que fueron en muchos casos matemá- El quipu lurinhuanca de Guacrapaucar quedó
ticamente calculadas con variaciones de apenas unas plasmado en el documento que se conserva en Sevilla
pocas décimas como hemos demostrado al cotejar los (AGI, Lima 205). Hay una serie de anotaciones hechas
datos conservados en Sevilla. con distinta caligrafía a la del resto del documento, que
Los quipus que los huancas presentaron ante la nos han motivado al presente comentario. En una de
audiencia de Lima en 1558 fueron leídos por los mis- estas anotaciones, al margen, consta una lista de bienes
mos curacas, traducidos por un intérprete y transcritos y cantidades: mayz, quinoa, papas, ovija, cordero, picas, co-
en castellano por un escribano. En el quipu constaban bre, callena, perdes, voueuos, piscado, sal, cántaro y leña. Una
todos los aportes de los huancas. Los huancas no hacen anotación al centro de la página con esa misma caligra-
mención a los años, pero sí dan cuenta de los eventos, fía nos indica lo que la motiva: Caravantes antes deste, es
los bienes o personas que se entregaban y a quienes lo decir, en dicho lugar debían figurar las entregas que los
entregaban. Así, se inician con el oro y plata que entre- lurinhuancas hicieron al conquistador Caravantes por
garon a Pizarro en Cajamarca (1532), hasta el fin del re- mandato del gobernador La Gasca, como señala Cieza.
belde Hernandez Girón (1555). El cronista Pedro Cieza Sin embargo, dicha entrega está repetida en la hoja si-
de León, que conoció al curaca Jerónimo Guacrapau- guiente, lo que nos permite saber con más claridad los
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