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                                                         Foto: Daniel Giannoni






                     Quipu inca. Fundación Temple Radicati, unmsm

                      QUIPUS EN EL MALI

               l Museo de Arte de Lima ha reabierto parcialmente              JUDITH VÉLEZ,
            Esus puertas inaugurando en días pasados la más im-
            portante exposición sobre quipus hecha hasta ahora en     IMÁGENES EN LA MEMORIA
            el Perú. La muestra lleva por título Khipus. Nuestra histo-  La cineasta peruana Judith Vélez estudió comuni-
            ria en nudos y ha estado a cargo de un equipo encabeza-  cación en la Universidad de Lima y luego, en 1988,
            do por la arqueóloga y curadora Cecilia Pardo Grau. La   fue becada a los Ateliers Varan, en París, para espe-
            exposición reúne 68 de los cerca de ochocientos quipus   cializarse en cine documental. Entre 1993 y 1996
            conservados en diversos museos y colecciones, y ofrece   se estableció en Los Ángeles, donde prosiguió es-
            una renovada interpretación del milenario sistema an-  tudios  cinematográficos y trabajó en  el mercado
            dino de registro en base a cuerdas anudadas.         latino de publicidad. En 2001, fundó en Lima la
                Con el propósito de explorar en «la estructura,   productora Nómade Films y, tras haber sido asisten-
            función e importancia de estos registros y “textos”   te de dirección en diversas películas nacionales y
            portátiles», la exposición combina la información de   filmado algunos cortos y programas documentales,
            los hallazgos arqueológicos -algunos recientes-, con el   en 2006 estrenó La prueba, una road movie con la
            aporte de conocidas fuentes documentales y novedo-   que obtuvo un premio en el Festival de Lima. Su se-
            sas investigaciones. La propuesta incide en la comple-  gundo largometraje, Volver a ver (Lima, 2018), es un
            jidad de los contenidos nemotécnicos que los quipus   documental en el que recoge el testimonio de los
            encierran, ya advertida por cronistas perspicaces del   fotógrafos Alejandro Balaguer, Vera Lentz y Oscar
            siglo xVi, como el jesuita José de Acosta.           Medrano, quienes vuelven tres décadas más tarde a
                Aunque se les atribuye una milenaria antigüedad,   algunos de los lugares donde les tocó trabajar como
            los quipus habrían sido usados de manera profusa en   reporteros gráficos de la resistencia campesina anti-
            la época del imperio Huari (600-1200 d. C.), período   terrorista en los sombríos años de la violencia. La
            en el que empezaban a expandirse en Europa, tras la   cinta es ahora candidata a mejor película iberoame-
            invasión árabe de la península ibérica, los números   ricana en la 35º edición de los Premios Goya.
            arábigos (o indo arábigos, pues los árabes los tomaron   https://vimeo.com/303434794
            de la India), masificados a partir de la invención de
            la imprenta y presentes en los Andes peruanos, junto
            con la escritura alfabética latina, a partir de 1532. A
            cargo de los quipucamayos (contadores especializados),
            los quipus tuvieron su apogeo durante el Tahuantinsuyo
            o Imperio de los Incas, a cuya organización adminis-
            trativa contribuyeron significativamente, y empezaron    ministerio de relaciones exteriores
            luego un lento declive durante la época virreinal, en
            parte estigmatizados por su potencial contenido secre-    dirección general Para asuntos culturales
            to o hereje, y, sobre todo, rebasados por la practicidad
            de la entonces novedosa escritura occidental.
                Además de llamativos quipus de estas distintas
            épocas, se exhibe una curiosa «tabla quipu» de inicios
            del siglo xix, del pueblo de San Francisco de Mangas,
            donde se yuxtaponen papeletas con nombres de co-
            muneros y cuerdas con nudos. La exposición da cuen-
            ta, además, de los pocos quipus que sobrevivieron en
            tiempos republicanos y concluye con una obra del
            poeta y artista Jorge Eduardo Eielson, quien retomó la
            idea del nudo como símbolo, dotándolo de sugerentes
            proyecciones. Por cierto, la mayor colección de quipus
            se conserva en el Ethnologisches Museum de Berlín, y se          Jr. Ucayali 391, Lima 1, Perú
            han multiplicado en años recientes las investigaciones            quipuvirtual@rree.gob.pe
            abocadas a su estudio.                                           www.ccincagarcilaso.gob.pe
            https://mali.pe/portfolio-item/khipus/
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